Todos somos necesarios
Integrantes del grupo: Michelle Pérez Andrada, Kiara Reissenauer, Carolina Urano y Giuliana Vigilante
Materia: Arte Público y Producción Colectiva. (5to Año) | Docente: Ailén Ponce
Me encontraba otra vez acostado, pensando en cómo escapar.
Un día más encerrado en esta jaula, sin espacio, donde lo único que puedo hacer es pensar y mirar a los demás haciendo sus cosas, a veces imitando, a veces innovando.
Ya es hora de la primer comida del día que pasa por la puerta como cada mañana, ya me estoy empezando a cansar, me encantaría poder salir de nuevo.
Siempre es la rutina, comer, dormir, mirar a los demás, seguir durmiendo y girar en esta caja en la que me obligan a estar, sin que yo quiera.
No tengo a nadie con quien hablar más que conmigo mismo, siento que estoy enloqueciendo y en cualquier momento puedo lastimar a alguien.
Espero que esto termine pronto.
-¡Por fin, por fin puedo salir!
Luego de quince años de espera vuelvo a ver el sol fuera de esa jaula.
Vuelvo a correr libre con mis cuatro patas. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que sentí el aire fresco en mi melena.
Me incomodan los ojos desesperanzados que me miran desde lo alto, pero esta vez no soy yo el que está adentro, sino que ellos ocupan mi lugar.
Mirando esas cajitas con luces por dentro que les iluminan los rostros todo el tiempo, criticando entre ellos las acciones que otros hacen.
Analizando fríamente cómo ser “más avanzados” cuando en realidad muestran todas las actitudes de su subdesarrollo.
Encerrando a todo aquel que lo moleste en una jaula, y encerrándose ellos mismos en una burbuja de pensamiento donde son los “mejores”. Pero esos pensamientos egoístas son los que los llevaron a estar así, encerrados realizando una cuarentena.
De repente comencé a escuchar como me insultaban y me arrojaban cosas desde sus cajitas de cristal.
-¡Dale león inútil! ¡Entretenenos un poco!
Me sentí devuelta como si estuviera en mi jaula, corrí lo más lejos de allí que pude.
Ellos son el problema, siempre fueron el problema.
Me gustaría poder decir que se merecen estar allí encerrados, pero no puedo.
No me gusta pensar a alguien que está encerrado en una jaula donde no quiere estar, en un lugar donde no puede hacer más que pensar y reflexionar sobre todo lo malo, porque es lo único a lo que se le puede dar atención aunque uno no quiera.
Todos merecemos ser libres y disfrutar de nuestro mundo.
Todos los seres vivos tenemos un papel para el correcto funcionamiento de nuestro ecosistema.
Nosotros hacemos al mundo.
Todos somos necesarios.