Mi vieja me pidió por favor

Integrantes del grupo: Carmela D'Audia y Marianella Grossi
Materia: Arte Público y Producción Colectiva. (5to Año) | Docente: Ailén Ponce


Mi vieja me pidió por favor que no me vaya, esta sería la primera vez que no pasó la cuarentena en casa.

Le dije que ya soy grande, que no es mi primer cuarentena y que no voy a estar sola. Es verdad, me voy a pasarla a la casa de un amigo, que se acaba de mudar solo, ya pasamos vacaciones juntos y convivimos bastante bien, los dos cursamos la facultad, así que vamos a estar bastante atareados, lo único que me preocupa es la alimentación; ninguno es particularmente bueno en eso de cocinar alimentos en general, por lo demás, no me preocupo.

La Decimo sexta cuarentena empieza el 23 de este mes y el ministerio de Aislamiento social calcula que va a durar de media 3 meses hasta que vuelva a aplanar la curva. Hoy es 20, pero ya me mudo para su casa por que si tenemos que acomodar algo, tenemos tres días.

Me da un fuerte abrazo y me da el tapabocas que me hizo cuatro temporadas atrás, está gastado y el diseño ya me cansa un poco, pero se que le hace ilusión que lo use, asi que me lo pongo, la abrazo muy fuerte y le digo que se cuide, y que si necesita algo, me llame.

Me abrigo, y salgo. Ya no podemos hablar de que la gente viva precisamente cerca la una dela otra, ya que transitar por los bosques siempre es un viaje largo.
Llego y me encuentro una de las mejores provisiones que vi para estas fechas. Bolsas de papas, chocolate, café, mate y, creanme cuando uso el término, INMENSA cantidad de paquetes de arroz y fideos. Entiendo su plan a la perfección, nos esperan meses de la vida más pura de un estudiante de facultad.

Me instalo en el cuartito de invitados y me invita unos mates mientras charlamos de la vida. Una cosa llega a la otra y tocamos por fin el tema más “quemado” de todos.

-Dios, ¿Te acordas de la vida antes de la crisis del 20?

Pasamos por todo lo que abarca una conversación de esta índole, cuales eran nuestros sueños y ambiciones, como era ir a la escuela todos los días o como fue la primer cuarentena; Cuando pensábamos que esto iba a terminar o que antes de eso era un problema la contaminación ambiental y todo eso.

El quería ser estudiante de cine, pero cuando vio como las necesidades cambiaban, decidió seguir la tecnicatura para producir tecnología, le parecía más útil y con más salidas laborales, yo le conté que mi sueño era viajar a NY cuando me regresara de la secundaria y nos reímos de cuando nueva york era un estado en toda su gloria. Volvimos sobre la tipìca charla de la locura de Trump, cuando tiró aquella bomba y como eso marcó la perdición de estados unidos. Habia que reirse para no llorar.

Yo argumentaba que era mejor, que, como algunos le decían “La venganza del planeta” (no estoy en total desacuerdo con ese título), a lo que vivíamos en ese momento; Es verdad que no es cómodo convivir con todos los animales salvajes y los bichos. Que las temperaturas hayan vuelto a lo que se suponia que debian ser y que algunos países hayan desaparecido era lo que tenía que pasar. Siempre se hablaba de que la humanidad le quedaba poco tiempo de vida por el ritmo con el que agotaba sus recursos; Luego, cuando ocurrió la primer pandemia, la del covi-19, nadie imaginó que las cosas iban a cambiar, pensaban que iba a ser una enfermedad que iba a cuadrar y listo, todos estaban más preocupados por la economía.

Tarde o temprano encontraron una vacuna para el corona, no fue muy difícil, por un tiempo la gente hablaba de que la economía esto, la economía aquello, luego, llegó la "peste verde" y ahí recién la gente se empezó a preocupar. Esto de las pestes y pandemias no era algo que pasaba cada dos años, había una cada 100 o 150, la española, Marsella, cólera; esto era otra historia. De igual manera se dieron cuenta que había un tratamiento con glucocorticoides. La siguiente paz, duró 6 meses.
La gente empezó a morir.

No había síntomas, ni patrones, le tocaba a niños, ancianos, adultos medianos, jóvenes. Las tasas no diferenciaban entre pacientes inmunosuprimidos, gente con cáncer o alguien sano y en perfecto estado físico. Todos caían como moscas. Y al mismo ritmo que subía el número de muertes, bajaba el de la población. De igual manera había humanos de sobra como para pasar el trapo y limpiar un par de millones.

A eso todavía no le encontraron cura, pero la apodaron la muerte rusa, en honor a la conocida ruleta.
El gobierno, como modo de simular que tiene control sobre algo, declara cuarentenas por aquí y por allá, aunque ya nadie está muy seguro de que funcionen.

De igual manera la gente se acostumbra al modo de vida que le toca, no sé quejan, simplemente recuerdan la vida pasada en la que podíamos salir libremente con añoranza y trata de sobrellevar la situación lo mejor posible.