Habitos normalizados

Integrantes del grupo: Costa Carolina, Espil Guadalupe y Ballario Carolina
Materia: Artes en Contextos Históricos (4to Año) | Docente: Ailén Ponce


Todo tipo de relación entre el humano y la naturaleza ya esta establecida por un sistema cultural, es decir, si queremos cambiar, modificar, criticar, a la relación entre estos habría que rever las cuestiones que están normalizadas y las que no. Como, por ejemplo, en Argentina, éticamente trae un cargo de conciencia el quitar la vida a otros seres para satisfacer nuestros deseos siendo que hay alternativas sin la necesidad de hacer esto. Pero como nuestra cultura normaliza el consumo de ciertos animales (carne vacuna, de cerdo, de pollo, entre otras) dejando de lado la moral y teniendo un gran impacto en la sociedad, es un acto cotidiano y normalizado que un argentino promedio consuma alguna de estas. En conclusión, podemos afirmar que las culturas tienen un gran peso sobre los actos que una población dará por permitido o no. Por lo tanto, un integrante de la cultura Sudamérica al conocer los hábitos normalizados por otras culturas les puede resultar extraño y difícil de asimilar. Como, por ejemplo, un argentino viendo como en el mercado chino se vende carne de perro y de gato, cuando en su cultura estos animales suelen ser integrantes de la familia.

Entonces, proponemos una crítica a cada cultura, la cual inicie un camino de reflexión en cuanto a los hábitos que están normalizados y lo que no. Ya que, si volvemos a la comparación dada anterior, entre la cultura sudamericana y oriental, podremos notar que el acto cometido es el mismo con la diferencia del contexto cultural, es decir, con distintos animales. Como resultado, solo luego de haber replanteado nuestros hábitos podremos crear una crítica en cuanto a la relación que mantenemos nosotros los seres humanos con el ambiente, y recién allí proponer un cambio.

Planteando un cambio en esta relación con nuestro entorno, nosotras proponemos, en primer lugar, concientización y difusión sobre las alternativas para las carnes, ya que hay otros alimentos que pueden poseer y aportarnos las mismas propiedades que estas, generando así un cambio radical y descenso en el consumo. Causando dos posibles escenarios: por un lado, personas que mantengan dietas veganas o personas que la consuman en la menor cantidad posible.

También creemos que sería positivo para las mejoras sanitarias de los campos y en las ciudades, empezando con primeros cambios como, usar transportes públicos, o en caso de tener un trayecto corto hacerlo caminando o en bicicleta. Esto no solo traería impactos positivos en el medioambiente, sino que también aumentaría la calidad de vida de los animales, evitando el desarrollo de virus y bacterias y por consecuente, mejorando la vida de los humanos que los consumen y aquellas personas que vivan en las ciudades.